martes, 26 de mayo de 2009

Arte Otonida

También conocido como arte otoniano, se desarrolla, principalmente en Alemania, desde mediados del siglo X hasta mediados del siglo XI, durante la dinastía sajona del Sacro Imperio Romano Germánico.
Este renacimiento de las artes y la arquitectura se produce bajo el patronazgo cortesano de Otón I de Alemania (936–973), hijo de Enrique I el Pajarero, y sus inmediatos sucesores: Otón II (973–983), y Otón III (983–1002).
Fue un arte cortesano, creado para confirmar la existencia de un vínculo entre los emperadores y los gobernantes cristianos de la antigüedad tardía, como Constantino, Teodorico y Justiniano, así como con sus predecesores carolingios, en particular Carlomagno.

Pintura
La pintura otoniana se considera como un renacimiento, durante el siglo X, de la pintura carolingia, de la que toma su expresividad, fundiéndolo con la iconografía romana y bizantina, que aporta su típica solemnidad. Abundan entre sus miniaturas los paisajes, los motivos arquitectónicos y los retratos de emperadores.

Arquitectura
Se inspira en la arquitectura carolingia y bizantina; la arquitectura religiosa tiende a apartarse de un plan centralizado. Se conserva la inspiración de la basílica romana. La arquitectura otoniana mantiene el doble rasgo carolingio terminado con ábsides a ambos lados del final de la iglesia. Entre las innovaciones de esta arquitectura se encuentra la elaboración y uso más amplio de galerías o tribunas, así como la alternancia en los soportes (pilares y columnas) según dos modelos: en el renano se alternan pilares y columnas, y en el sajón aparecen dos columnas entre los pilares.
El primer ejemplo de la arquitectura otoniana es la iglesia abacial de San Ciriaco de Genrode.

Escultura
Abundan las pequeñas esculturas en marfil , metal, bronce, embellecidas con gemas, esmaltes, cristales, y camafeos. En estas obras se funden las técnicas e iconografía bizantinas con el expresionismo típico del mundo germánico.
Las labores en bronce presentan un gran bizantinismo. Destacan las puertas en bronce de San Miguel de Hildesheim, con escenas del Génesis y evangélicas; unos candelabros de plata con figuras y una magnífica columna en bronce con relieves dispuestos en espiral.Los marfiles siguen los modelos carolingios.
Hay algunas imágenes en madera, con receptáculo para reliquias, como la Virgen de Essen (Catedral de Essen), recubierta de oro, y el crucifijo de Gero.
La orfebrería sigue los modelos carolingios, si bien con mayor importancia de los esmaltes.

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